Boletín 12: Silicosis (parte II)

Puesto que el polvo de sílice cristalina (SCR) generado en un proceso de trabajo no es una sustancia que se comercialice, no está sometido a clasificación con arreglo al Reglamento (CE) nº 1272/2008, sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (Reglamento CLP).

Fruto de los datos científicos y técnicos disponibles sobre los efectos cancerígenos de la SCR, la Directiva (UE) 2017/2398 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2017, por la que se modifica la Directiva 2004/37/CE relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o mutágenos durante el trabajo, ha incluido en su anexo I los “trabajos que supongan exposición a polvo respirable de sílice cristalina generado en un proceso de trabajo”, estableciéndose también, en su anexo III, un valor límite vinculante .

El contenido de la Directiva (UE) 2017/2398 se ha transpuesto al derecho español mediante el Real Decreto 1154/2020, de 22 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, ahora de aplicación también a los trabajos con exposición a SCR.

Aunque la silicosis no se considera un requisito previo para el desarrollo de un cáncer de pulmón de origen laboral, sí se trata de un importante indicador de las actividades en las que las personas trabajadoras han estado expuestas a elevadas concentraciones de SCR durante su vida laboral.

Los sectores con mayor incidencia de silicosis entre su personal en los últimos diez años, teniendo en cuenta los datos de incidencia procedentes de las memorias anuales del INS.

captacion de polvo silice cristalina scr
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Boletín 12: Silicosis (parte I)

La sílice es un compuesto químico formado por un átomo de silicio y dos átomos de oxígeno (SiO2), que puede presentarse en forma amorfa o, en mayor medida, en forma cristalina. La forma más común de la sílice cristalina (SCR) es el cuarzo. Este, al someterse a determinadas temperaturas, pasa a otras formas de sílice cristalina, como es el caso de la tridimita o la cristobalita.

La sílice se encuentra presente en la mayoría de las rocas y minerales que componen la corteza terrestre y, en consecuencia, en gran cantidad de procesos industriales que las utilizan como materia prima. En estos procesos industriales, la exposición laboral a SCR se puede producir en cualquier situación de trabajo en la que se genere polvo respirable que pueda pasar al ambiente, por ejemplo, cuando se llevan a cabo operaciones de corte, trituración, perforación, molienda u otro tipo de acciones mecánicas de disgregación que pueden liberar partículas de sílice en unas granulometrías lo suficientemente pequeñas como para penetrar hasta la zona alveolar de los pulmones, pudiendo quedarse allí depositadas. La exposición crónica a este polvo puede producir silicosis u otro tipo de enfermedades pulmonares.

La silicosis es una enfermedad profesional bien conocida en relación con las actividades mineras, es decir, las encaminadas a la extracción de minerales. Sin embargo, no es tan conocida la exposición a polvo de SCR en otras actividades como, por ejemplo, las del sector cerámico, fundiciones, etc. Se trata de una enfermedad incapacitante e irreversible a día de hoy, que puede agravar o ser precursora de otras enfermedades que afectan a los pulmones u otros órganos. Además, la inhalación de SCR se ha asociado también con la aparición de cáncer de pulmón.

En 1997, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasificó el polvo respirable de sílice cristalina como cancerígeno para humanos, ratificando dicha clasificación en 2012.